
Nuestra Ciudad - Manizales:
Entre las montañas del corazón de los
Andes Colombianos se encuentra una
hermosa Ciudad Verde, muy culta, con
personas que siempre te ofrecen una
sonrisa. Una ciudad cultural, llena de
ferias artísticas, cinematográficas, de
libros... Si eres una persona tranquila,
si te gusta salir en bicicleta, o si
prefieres caminar, Manizales es la
mejor opción..
Paisaje Cultural Cafetero:
Un patrimonio que se vive, un patrimonio agro productivo, un patrimonio basado en su gente, sus costumbres y construcciones, un patrimonio donde se toma café en agua panela hecha en leña. El verdadero paisaje cultural cafetero no se encuentra en las grandes fincas de terratenientes, ni mucho menos en las construcciones que el turismo ha impulsado con piscinas y hoteles lujosos. Para encontrar el sentido de estos paisajes se tiene que ver con otros ojos, con sencillez, sin querer encontrar muchas más comodidades de las que te quiere brindar un verdadero campesino, el que no busca la utilidad sino el compartir.
Neira, caldas:
El pueblo, el centro de comercio, lugar para cobrar el dinero del trabajo de la recolecta del café o para tomarse uno que otro aguardientico; es un pueblo muy tradicional, la puerta al oriente de caldas, su típico sistema de transporte es el Jeep y la chiva. Neira es rica por su recurso hídrico: El rio Guacaica, que desde su nacimiento está rodeado de una rica biodiversidad de árboles y animales, protegidos por los traviesos y ruidosos Monos Aulladores. El paisaje cultural cafetero no es nada sin los pueblos como Neira, allí se concentra la gente, se dan los matrimonios y los divorcios, se centralizan las instituciones como la federación y cooperativa de caficultores, y es la fuente de alimentos y recreación para los campesinos recolectores de café.
Los chorros, Neira:
Al frente de Neira se observa una montaña muy empinada, al parecer a muchos kilómetros de distancia, pero si vas con buena compañía y a un buen paso no se tarda mucho en llegar a la cima, la cual sin duda es una ilusión que da lugar a una carretera plana y con un paisaje un poco más virgen ante los ojos humanos, bosques que sin duda no son bosques primarios por la presencia de Arboles Guayacanes de todos los colores.
Desde las montañas más arriba de Neira, nace el rio Guacaica, y otros pequeños afluentes, estos bajan esquivando rocas y árboles, como una gran culebra, que en ocasiones y por la inestabilidad de los suelos y de la vida tiene que dar saltos, formando cascadas como los Chorros, en Neira.
5. Parque Nacional De los nevados:
Tierras remotas y escondidas entre tanta montaña, donde algunas casas no alcanza a llegar la energía eléctrica, familias enteras acostumbradas a dormir a las 5 de la tarde para empezar el día siguiente a las 4 de la madrugada, niños que no tienen escuela, pero que las mismas profesoras van uno que otro día a la semana a enseñar y compartir el “Conocimiento”, lugares donde se alcanza a ver el infinito terrenal y galáctico. Estas tierras son vigiladas desde lo alto por un ave enorme, más grande que nosotros, el cóndor.
Gallinazo, villamaría:
El agua es vida, es oportunidad, es frescura. El agua es la sangre del planeta, desde su estructura más mínima se encarga de juntar, de revolver y de combinar todo lo que se cruza por su camino, por eso es fuente de biodiversidad. Agua es lo que tiene Villamaría, y por lo tanto Gallinazo. El parque nacional de los nevados se encarga de condensar el recurso hídrico que cae a Gallinazo, alrededor de esta agua se forman casas y escuelas, hogares que inocentemente atentan contra la naturaleza teniendo como fuente de recursos la ganadería y siembra de pino y eucalipto, además de esto se espera que pronto empiece la minería en esta zona que es la puerta de entrada al paramo.
¿Qué experiencia estas buscando?
“Manizales, Una Fábrica de Atardeceres".
Pablo Neruda





